El avance de la miopía está relacionado con el periodo de crecimiento del niño. Descubre los motivos por los que conviene frenar la miopía.  

El funcionamiento de nuestros ojos es un sistema complejo. Sin embargo, vamos a explicar de una manera muy clara qué diferencia a un ojo normal de uno miope. 

El ojo normal es aquel en el que la luz se enfoca directamente sobre la retina. Gracias a esto la visión es nítida. Por el contrario, en uno ojo miope la estructura del ojo toma forma alargada. Con lo cual la luz se enfoca delante de la retina y la visión resulta borrosa. 

Los niños y las personas miopes necesitan gafas o lentillas para disfrutar de una visión nítida. No obstante, conviene frenar la progresión de la miopía por lo siguiente:

La miopía sigue aumentando y no se estabilizará hasta llegar a los 20 años más o menos. A la vez que todo su cuerpo crece, sus ojos también lo hacen. Motivo por el que hay que vigilar y detener esta progresión, para evitar que desarrolle una dependencia mayor de gafas o lentillas. 

Puede limitar la participación del niño en distintas actividades. Tener una buena visión es básico para practicar deporte, leer o interactuar en tareas que requieran una visión precisa, entre otros. 

Un mayor número de dioptrías pueden suponer problemas serios para su salud visual en el futuro. Sin ir más lejos, las mujeres embarazadas con más de 6 dioptrías pueden ver cómo su miopía aumenta y quedarse así de forma permanente.  

¿Qué podemos hacer para solucionarlo? Aquí te damos 3 recomendaciones para impedir que la miopía siga avanzando. Una de ellas se relaciona con el uso de las lentillas MiSight® 1 day, las primeras lentes de contacto diarias indicadas para reducir la progresión de la miopía. Si necesitas más información, no dudes en visitar nuestras ópticas de San José de la Rinconada, La Algaba y Guillena.